martes, 21 de diciembre de 2010

Entre tus palabras y mis pensamientos

Pretendía un consejo, nada muy rebuscado ni muy simple, algo que en realidad sea parecido a lo que yo quería escuchar, o en todo caso a lo que yo misma diría si me pusieran en esa posición. En realidad no pedía un consejo, más bien necesitaba unas palabras de aliento, de esas que solo a veces necesitamos, porque de lo contrario serían tan rutinarias que de nada servirían. Después de mencionar su nombre, que con mucha historia ocupaba un lugar muy frecuente en nuestras conversaciones, comencé a escuchar de su boca los sonidos que me acercaron al objetivo y dijo algo…

“También se asusta” y pensé hablará de mis temores o los de ella? Pero antes de que pueda interrumpir continúo “Sos una amenaza a su vida tranquila y estructurada de familia normal” normal? El dinero en mi planeta no te hace alguien normal… pero continuo moviendo mis pensamientos y postergándolos para otro momento…“sos una aventura” y aguardo el tiempo justo para tomar una bocanada de aire, acomodarse en su silla y seguir… “para todo ese tipo de gente” Me miro fijo como si intentara que adivinara lo que estaba apunto de decir…“personas como nosotros, somos una válvula de escape” Suelo distraerme mucho, por no decir siempre, pero cuando empecé a pensar el porque de sus palabras siguió “Somos una válvula de escapa a la formalidad acartonada que le proponen los padres” Lo mire sabiendo que tenia razón, pero no quería interrumpir su explicación, por lo que preferí callarme para poder escuchar un poco mas, aunque por momentos no sabia si el mismísimo Marx había reencarnado…“Lo importante es que solo le des la aventura que busca y te vayas” Todavía no llegue y pretende que me vaya? Pero comprendí todo en su remate…“Porque después se aburren de jugar a los rebeldes y los idiotas lastimados somos nosotros…”

Conciente o no di por terminada la conversación, tome mi llaves y me fui, sabia que necesita tiempo y aire fresco para poder masticar todo lo que había dicho, dejo sobre la mesa las cartas, como si esperara después de mostrarlas que yo aun me atreviera a cantar truco, sé que su intención fue noble y sus palabras también, pero sin dudas lo que mejor sé es que tiene razón.

No hay comentarios: